Los coches necesitan un mantenimiento cada cierto tiempo y por eso hay que estar atento a las señales que alertan de que hay que hacerle una revisión. Hay que tener en cuenta el aceite, los filtros, los neumáticos y una larga lista en la que no se puede olvidar incluir los frenos, algo indispensable para velar por la seguridad de conductores y pasajeros.
Si cuando vas conduciendo y frenas se escuchan ruidos pueden ser preocupantes y en algunos casos indican problemas que requieren atención inmediata según la gravedad de la avería, por lo que es importante revisarlos ocasionalmente para evitar problemas mayores.
Te traemos un resumen de las cinco posibles razones por las que los frenos de tu coche pueden estar haciendo ruido:
Uno de los motivos más comunes de ruido en los frenos es el desgaste de las pastillas de freno. Cuando las pastillas se desgastan demasiado, pueden comenzar a producir un chirrido metálico o un sonido de chillido agudo cuando se aplican los frenos. Este ruido es causado por el roce del material metálico de la pastilla contra el disco de freno. Es importante revisar regularmente el grosor de las pastillas de freno y reemplazarlas cuando sea necesario para evitar daños en los discos de freno y mantener un frenado seguro.
Además del desgaste de las pastillas de freno, los discos de freno también pueden desgastarse con el tiempo o deformarse debido al calor extremo generado durante el frenado. Cuando los discos de freno están desgastados o tienen superficies irregulares, pueden producir ruidos de chirrido, rechinido o golpeteo al frenar. En estos casos, puede ser necesario rectificar o reemplazar los discos de freno para restaurar un funcionamiento óptimo del sistema de frenos.
Suciedad o contaminación en los frenos: La acumulación de suciedad, polvo de freno u otros contaminantes en los componentes del sistema de frenos también puede provocar ruidos molestos al frenar. Los contaminantes pueden interferir con el contacto adecuado entre las pastillas de freno y los discos, causando vibraciones y ruidos indeseados. Limpiar regularmente los componentes del sistema de frenos puede ayudar a prevenir este problema y mantener un frenado suave y silencioso.
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Los calipers de freno son los componentes que presionan las pastillas de freno contra los discos para generar fricción y detener el vehículo. Si un caliper de freno está atascado debido a acumulación de suciedad, corrosión o desgaste, puede provocar un desgaste desigual de las pastillas de freno y generar ruidos anormales al frenar. En casos graves, un caliper de freno defectuoso puede incluso causar un frenado desigual o un sobrecalentamiento de los frenos. Revisar y mantener los calipers de freno en buen estado es crucial para un funcionamiento seguro del sistema de frenos.
Los ruidos de traqueteo, golpeteo o chirrido también pueden ser causados por piezas sueltas o mal ajustadas en el sistema de frenos, como los clips de sujeción, los pernos de montaje del caliper o los escudos contra el polvo. Si estas piezas no están correctamente aseguradas, pueden vibrar o moverse durante el frenado, lo que produce ruidos molestos. Inspeccionar regularmente todas las piezas del sistema de frenos y ajustarlas según sea necesario puede ayudar a prevenir este tipo de problemas.
En resumen, los frenos de un automóvil pueden hacer ruido por diversas razones, que van desde el desgaste normal de las pastillas y discos de freno hasta problemas más graves como calipers de freno defectuosos o piezas sueltas. Siempre es importante abordar cualquier ruido inusual en el sistema de frenos de manera oportuna para garantizar la seguridad y el rendimiento del vehículo. Si no estás seguro de la causa del ruido o si el problema persiste después de realizar las correcciones básicas, es recomendable consultar a un mecánico profesional para una evaluación más detallada.
El precio de las pastillas de frenos depende de varios factores como es la composición de éstas y si tienes que llevarlo al taller o lo realizas tú mismo, el gasto también puede variar. d
Un juego de pastillas tiene un precio medio entre 10 y 60 euros, aunque en el caso de los automóviles deportivos o de alta gama esta cifra puede multiplicarse por 2. Si en lugar de cambiarlas tú acudes a un taller, el reemplazo tiene un presupuesto medio situado entre 70 y 120 euros.
Los precios medios anteriores corresponden al recambio de las pastillas delanteras, que se gastan antes y tienen que cambiarse con mayor asiduidad. Cambiar las pastillas de freno traseras te costará algo menos, entre 90 y 110 euros en los sitios más caros y en la horquilla de 60 a 90 euros en los más baratos.
Si lo que quieres es cambiar las cuatro pastillas al mismo tiempo el precio se elevaría en torno a los 200 euros, pero todo esto depende de coche que tengas y también de los materiales de la pastilla que estás usando. Por otro lado, para que se asienten y funcionen del todo bien, las pastillas deben rodar durante los primeros 300 kilómetros para que no se calienten demasiado.