La industria europea de autopartes está en crisis. No hay suficientes proveedores de autopartes en Europa. Esto ha causado muchos problemas a los fabricantes de automóviles y sus clientes.
Algunos fabricantes de automóviles tienen que importar piezas de automóviles de fuera de Europa, lo cual es costoso y requiere mucho tiempo. La falta de suministro también está provocando muchos retrasos en las entregas, lo que está perjudicando las ventas y la satisfacción del cliente. Las empresas de automóviles tienen que importar de China porque el suministro de piezas de proveedores europeos es demasiado restringido. Algunos países están creando leyes que requieren que el software y otros productos digitales estén patentados (protegidos por derechos de autor). Los productos digitales no se pueden patentar, por lo que la ley no tiene ningún efecto.
España es un país que tradicionalmente ha sido exportador de vehículos. Sin embargo, la escasez de suministros para la industria del automóvil en España les ha causado muchos problemas.
El gobierno español ha intentado solucionar este problema importando más coches de otros países y aumentando la producción de coches en su propio país. Sin embargo, estas soluciones no han ayudado mucho y ahora hay escasez de suministros para la industria del automóvil en España.
Hay muchas razones que han contribuido a este problema, pero una de las principales es la inflación provocada fundamentalmente por la invasión de Ucrania y la crisis energética. Esto ha aumentado los precios de todos los bienes, lo que significa que las empresas deben gastar más dinero en materiales y componentes, lo que conduce a precios más altos en productos terminados como automóviles. Esto, a su vez, hace que sea más difícil para las personas comprar estos artículos, lo que conduce a una menor demanda y, finalmente, a una menor producción.
Una de las consecuencias de esta falta de suministros, de un precio más elevado de los vehículos nuevos y de las demoras en los plazos de entrega de estos, es el trasvase de compradores del mercado de vehículos nuevos a vehículos de segunda mano. Estos últimos son más económicos y su disponibilidad es más rápida. Por tanto, se presume un repunte en la venta de vehículos de segunda mano en estos últimos meses del año 2022.
La crisis lleva azotando a las marcas automovilísticas durante mucho tiempo y los efectos ahora se están sintiendo. Los fabricantes de automóviles europeos se han visto muy afectados por la crisis, pero han conseguido mantener los niveles de producción a base de aplicar reducciones de personal y logrando ahorros considerables de energía, ya que es uno de los inputs que mayor incremento de precio ha experimentado.
Estos recortes de plantilla, que algunas empresas lo hacen de forma temporal parando incluso sus cadenas de producción, tienen, inevitablemente, un efecto negativo en el poder adquisitivo de estas familias y un mayor gasto social por parte de los gobiernos.
Todo parece indicar que hasta que no finalice la guerra entre Rusia y Ucrania no veremos mejoras en este sentido. Y ello contando con que el conflicto acabe de forma “amistosa”, sin que ocurra una tragedia aún más grande que la que está viviendo el pueblo ucraniano durante todo este año.