Cada cuanto tiempo tengo que revisar el aceite del coche

Es indispensable revisar el aceite que hace funcionar el motor. No apures más de la cuenta porque puedes sufrir serías averías.

Llevar a cabo un buen mantenimiento del vehículo es fundamental para que se alargue su vida útil. Para eso, es importante revisar los niveles de aceite cada cierto tiempo, ya que estas cuestiones tienen prioridad por encima de otras.

En el caso del aceite, es básico mantener el motor lubricado y así miniminar el desgaste progresivo de sus piezas. Para realizar este cambio de aceite, lo óptimo es reemplazarlo cada 15.000 o 30.000 kilómetros, es decir, al cabo de uno o dos años. En el caso de que el vehículo tenga más de quince años, hay que hacerlo cada 10.0000 kilómetos. Aunque no se hayan cumplido estos estándares, hay que estar atentos a diferentes aspectos, que si se dan, hay que revisar su estado:

Salida de gases oscuros: si el tubo de escape está expulsado un gas de una coloración oscura, quizá se deba a una pérdida de viscosidad y el responsable directo es la falta de movilidad de las piezas del motor.
Olor intenso a aceite: la falta de lubricantes pueden generar fugas o recalentamientos en el motor y el olor penetra en el interior del vehículo.
Ruidos bruscos en el motor: en cuanto el automóvil produzca un sonido similar al de un golpe al acelerar puede indicar que la falta de lubricación está deteriorando a las piezas internas.

El coste de cambiar el aceite del coche ronda los 80 euros y dependerá de la marca y los productos con los que trabaje el taller al que se lleve el vehículo. Esta cifra suele incluir el precio del filtro que es de unos 10 euros y que su sustitución se lleva a cabo en función de lo que indique el fabricante.

Asimismo, revisa la luz indicadora de presión del aceite, ya que te proporcionará información según su modo de encendido. La encontrarás en el panel, tiene forma de lámpara con una gota a la derecha.

La verás activa de distintas maneras:

Se mantiene encendida en color amarillo o naranja: hace referencia a un nivel que ha bajado del mínimo, pero que no entraña un peligro inminente.
Se mantiene encendida en color rojo: el bajo nivel (generalmente durante un tiempo prolongado) está ocasionando daños al motor.

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Los problemas más recurrentes que nos podemos encontrar si no cambiamos el aceite del coche y los filtros son los siguientes:

Un mayor desgaste de las partes metálicas del motor.
Taponamiento del filtro debido a la acumulación de suciedad.
Aumento de la temperatura que se puede ocasionar en el motor.
Ruidos provocados por falta de lubricación del motor.
Roturas de casquillos de biela, que necesitan el aceite para disminuir al máximo su rozamiento.
Arqueos de levas.
En el peor de los casos se produce el gripado (rotura) del motor. Las partes metálicas rozan tanto que se bloquean y no permiten el movimiento

Otro de los factores que influyen en la vida del aceite del coche es la forma en la que se conduce, teniendo en cuenta el uso que le damos al vehículo. Si se realizan de forma general trayectos cortos, estos obligan a cambiar el aceite más a menudo, lo mismo sucede si nos desplazamos por lugares con temperaturas extremas. Si el vehículo tiene más de 10 años habrá que prestarle más atención.

Estos son los demás niveles a los que hay que prestarles atención:

Líquido refrigerante : este líquido lo que hace es estabilizar la temperatura del motor y no debe haber fugas en el circuito. Ahora bien, funciona a presión y nunca debe abrirse el vaso de expansión a no ser que esté frío. Si no está en el mínimo debe rellenarse por la marca y si pierde demasiado es importante avisar en el taller para que revisen el sistema y las posibles fugas.
Líquido lavaparabrisas : es importante para limpiar el cristal cuando este no se ve bien o incluso mientras llueve para quitar las salpicaduras de la lluvia sin rayar el cristal y dañar la escobillas. Este líquido es recomendable comprarlo y rellenar con él, no con agua normal del grifo que puede dañar los conductos con los sedimentos.
Líquido de dirección : este líquido no debe alterarse ni perderse con el paso del tiempo. Hay que llevar un control de vez en cuando y si realmente se gasta o algo sí que tenemos que ir al taller para que comprueben el problema.
Líquido de frenos : otro que tampoco debería gastarse, si observamos grandes diferencias habría que llevar el coche al taller.