A la hora de comprar un coche nuevo o de segund amano, todos tenemos claro que si el vehículo vamos a utilizarlo en ciudad o poblado y no vamos a realizar demasiados desplazamientos largos a lo largo del año, entonces nos decantamos por un vehículo de gasolina. De lo contrario, si tenemos necesidad de hacer muchos kilómetros por trabajo o por placer, la mejor opción es un motor diesel. Todo ello, sin hablar de los nuevos motores eléctricos o híbridos, entre otros.
Centrándonos en los motores "de toda la vida", los motores diésel y los motores de gasolina son dos tipos de motores de combustión interna que funcionan de manera diferente. Aquí te dejamos diez diferencias clave entre ellos:
Los motores diésel utilizan diésel como combustible. El diésel es un combustible más denso y contiene más energía por volumen en comparación con la gasolina.
Los motores de gasolina utilizan gasolina como combustible, que es un combustible más ligero y volátil en comparación con el diésel.
Los motores diésel no tienen bujías. En su lugar, encienden el combustible mediante la compresión del aire en el cilindro, lo que provoca la ignición espontánea.
Los motores de gasolina utilizan bujías para encender la mezcla de aire y gasolina mediante una chispa eléctrica.
Los motores diésel suelen tener una relación de compresión mucho más alta en comparación con los motores de gasolina. Esta alta relación de compresión es necesaria para que el aire se caliente lo suficiente como para encender el diésel por compresión.
Los motores de gasolina tienen una relación de compresión más baja en general, ya que no dependen de la compresión para la ignición.
Los motores diésel tienden a ser más eficientes en términos de consumo de combustible y generación de par motor a bajas revoluciones. Esto los hace adecuados para aplicaciones que requieren mucho par motor, como camiones y vehículos pesados.
Los motores de gasolina tienden a tener una mayor potencia a revoluciones más altas, lo que los hace adecuados para aplicaciones en las que se requiere una mayor velocidad y potencia en lugar de un alto par motor.
Los motores diésel suelen tener un sistema de admisión de aire más eficiente y un turboalimentador, que comprime el aire antes de que entre en los cilindros. Esto aumenta la cantidad de aire disponible para la combustión y mejora la eficiencia del motor.
Los motores de gasolina no suelen utilizar un turboalimentador de la misma manera que los motores diésel, ya que la relación aire-combustible es diferente y no dependen tanto de la compresión del aire para la ignición.
Los motores diésel tienden a ser más ruidosos y vibrantes en comparación con los motores de gasolina debido a la alta presión y la ignición por compresión. Esto puede requerir sistemas de aislamiento y amortiguación adicionales en aplicaciones donde se busca reducir el ruido y la vibración.
Los motores de gasolina son generalmente más suaves y silenciosos en funcionamiento, lo que los hace adecuados para aplicaciones donde el confort del conductor y los pasajeros son prioritarios.
Los motores diésel a menudo emiten cantidades significativas de óxidos de nitrógeno (NOx) y partículas finas, lo que puede plantear desafíos para el cumplimiento de las regulaciones de emisiones. Los vehículos diésel suelen estar equipados con sistemas de tratamiento de emisiones, como filtros de partículas y sistemas SCR (Reducción Catalítica Selectiva), para cumplir con las normativas de emisiones.
Los motores de gasolina tienden a emitir menos NOx y partículas finas en comparación con los motores diésel. Esto puede hacer que sea más fácil cumplir con las regulaciones de emisiones en muchas regiones.
En general, los motores diésel tienden a ser más eficientes en términos de consumo de combustible en comparación con los motores de gasolina. Esto se debe a la mayor eficiencia térmica y la mayor densidad energética del diésel.
Los motores de gasolina, aunque pueden ser menos eficientes en cuanto al consumo de combustible, a menudo ofrecen un rendimiento más suave y una respuesta más rápida en aceleración.
Los motores diésel suelen requerir un mantenimiento más robusto debido a las altas presiones de combustión y compresión. Esto puede incluir cambios de aceite y filtros más frecuentes, así como el mantenimiento de componentes adicionales como inyectores de combustible y sistemas de tratamiento de emisiones.
Los motores de gasolina pueden requerir un mantenimiento más sencillo y menos costoso en comparación con los motores diésel. Los intervalos de cambio de aceite y otros servicios pueden ser menos frecuentes.
Los motores diésel son comunes en aplicaciones que requieren un alto par motor y una larga vida útil, como camiones, maquinaria pesada, generadores y embarcaciones. También son utilizados en vehículos utilitarios deportivos (SUV) y camionetas en algunos mercados.
Los motores de gasolina son más comunes en vehículos ligeros, como automóviles de pasajeros y motocicletas. También se utilizan en aplicaciones donde la velocidad y la potencia son más importantes que el par motor, como en deportivos y vehículos de alto rendimiento.
Estas son algunas de las diferencias fundamentales entre los motores diésel y los motores de gasolina. Cada tipo de motor tiene sus propias ventajas y desventajas, y se utilizan en una variedad de aplicaciones en función de sus características y requisitos específicos.