En los viajes por carretera hay que estar muy pendiente a los radares que se pueden encontrar por el camino, ya que estos no siempre está muy visibles e incluso se sitúan en zonas urbanas. Por lo que hay que prestar atención a las señales de tráfico y respetar la velocidad límite para así también respetar la propia seguridad del conductor y los pasajeros del vehículo. Pero si es cierto que saber donde están localizados estos radares siempre es una ventaja para evitar así despistes y sanciones, para ello traemos estas cinco app que a partir de ahora no dejarás de usar:
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Los radares fijos y móviles son herramientas utilizadas por las autoridades para controlar la velocidad de los vehículos en las carreteras y garantizar el cumplimiento de los límites de velocidad. Aunque ambos tipos de radares tienen el mismo objetivo, existen diferencias significativas en su funcionamiento y en cómo se utilizan. Aquí están algunas de las principales diferencias entre un radar fijo y móvil en carretera:
Radar Fijo:
Ubicación Estática: Los radares fijos están instalados en ubicaciones específicas a lo largo de las carreteras y su ubicación no cambia con el tiempo. Por lo general, están montados en postes, puentes o soportes en el lado de la carretera.
Visibilidad Permanente: Los radares fijos son visibles para los conductores, ya que están instalados de forma permanente en la carretera. Por lo tanto, los conductores pueden anticipar su presencia y ajustar su velocidad en consecuencia.
Registro Automático de Infracciones: Los radares fijos están conectados a sistemas automatizados que registran automáticamente las infracciones de velocidad. Cuando un vehículo pasa por delante del radar a una velocidad superior al límite establecido, se genera una fotografía o grabación de vídeo que se utiliza como evidencia para emitir una multa.
Aviso de Ubicación Conocida: Debido a que los radares fijos están instalados en ubicaciones predefinidas y permanentes, los conductores pueden conocer la ubicación de estos radares a través de mapas, aplicaciones de navegación y señales de tráfico.
Radar Móvil:
Ubicación Variable: Los radares móviles pueden ser colocados en diferentes ubicaciones a lo largo de la carretera y pueden ser movidos con frecuencia por las autoridades. Pueden ser colocados en vehículos policiales, motocicletas, trípodes o incluso en vehículos camuflados.
Visibilidad Limitada: A diferencia de los radares fijos, los radares móviles pueden no ser visibles para los conductores, ya que pueden estar ubicados en lugares ocultos o en vehículos en movimiento.
Operación Manual o Automatizada: Los radares móviles pueden ser operados manualmente por un agente de tráfico o policía, quien mide la velocidad de los vehículos y toma decisiones sobre la emisión de multas. Alternativamente, algunos radares móviles también pueden estar equipados con sistemas automatizados similares a los radares fijos.
Ubicación Desconocida: Dado que los radares móviles pueden ser colocados en diferentes ubicaciones y moverse con frecuencia, los conductores pueden no estar al tanto de su presencia en un área determinada. Esto puede llevar a una mayor incertidumbre y a una menor anticipación por parte de los conductores.
En resumen, mientras que los radares fijos están instalados en ubicaciones permanentes y son visibles para los conductores, los radares móviles pueden ser colocados en diferentes ubicaciones y pueden operar de manera manual o automatizada. Ambos tipos de radares tienen como objetivo controlar la velocidad de los vehículos y mejorar la seguridad vial en las carreteras.
En España, la multa por saltarse un radar, es decir, por exceder el límite de velocidad establecido y ser detectado por un radar, varía dependiendo de la velocidad a la que se circule y del margen de tolerancia aplicado en cada caso. Las multas por exceso de velocidad están reguladas por la Ley de Seguridad Vial y pueden ser gestionadas por la Dirección General de Tráfico (DGT) o por las autoridades de tráfico locales, dependiendo de la ubicación del radar.
Las multas por exceso de velocidad suelen clasificarse en diferentes tramos según la gravedad de la infracción y la velocidad a la que se circula por encima del límite establecido. Estos tramos pueden variar desde una infracción leve hasta una infracción muy grave. Por lo tanto, el importe de la multa dependerá de la clasificación de la infracción y de otros factores como el historial de infracciones del conductor.
Para dar un ejemplo general, las multas por exceso de velocidad pueden variar desde los 100 euros para infracciones leves hasta los 600 euros para infracciones muy graves, además de la pérdida de puntos del carnet de conducir en algunos casos. Es importante tener en cuenta que estos importes son orientativos y pueden cambiar dependiendo de la legislación actual y de las circunstancias específicas de cada infracción.
Además, en casos de exceso de velocidad extremadamente grave, las multas pueden ser aún más elevadas y pueden incluso conllevar sanciones adicionales, como la retirada del carnet de conducir o la inmovilización del vehículo.
Para obtener información precisa sobre el importe de una multa por exceso de velocidad en una situación específica, se recomienda consultar la legislación vigente y ponerse en contacto con las autoridades de tráfico pertinentes o con un asesor legal especializado en temas de tráfico y seguridad vial.